Allá donde se cruzan los caminos,
donde el mar no se puede concebir,
donde regresa siempre el fugitivo, pongamos que hablo de Madrid.
Donde el deseo viaja en ascensores,
un agujero queda para mí,
que me dejo la vida en sus rincones, pongamos que hablo de Madrid.
un agujero queda para mí,
que me dejo la vida en sus rincones, pongamos que hablo de Madrid.
[…]
“Pongamos que hablo de Madrid”
Joaquín Sabina